POR ANA GONZÁLEZ-MADROÑO
Faltan ya muy pocos días para que llegue el Desert Run y es un buen momento para hacer un repaso a la evolución de nuestros concursantes a nivel nutricional.
Raquel y Juan llegaron al Desafío Crivit en un excelente estado de forma y ha sido todo un privilegio trabajar con ellos. Los dos tenían unos hábitos alimenticios relativamente buenos y estaban muy concienciados de la importancia de la alimentación, lo que facilita mucho el trabajo. Al comienzo de la preparación nos planteamos los objetivos nutricionales y los puntos sobre los que había que trabajar:
- Lo primero era equilibrar un poco la dieta, asegurándonos que estaban presentes alimentos de todos los grupos que aportaran los nutrientes que necesitaban. Raquel llegó con una ligera anemia (muy frecuente en mujeres corredoras), que corregimos enriqueciendo su dieta en hierro, mejorando su absorción y disponibilidad y aportando un suplemento. Enseguida notó la mejoría.
- Planificamos una serie de comidas en función de sus horarios de entrenamiento, con el fin de mejorar el nivel del energía durante la actividad física y asegurarnos una rápida y completa recuperación antes de la siguiente sesión. Este aspecto lo han respetado escrupulosamente, han conseguido completar todas sus sesiones de entrenamiento y han mejorado sus sensaciones entrenando y notan que recuperan mucho mejor.
- Los dos estaban un poco bajos de peso, por lo que se les diseñó una dieta de volumen. Hemos conseguido unas discretas mejoras en este aspecto, más en Juan que en Raquel, pero no tanto como nos habría gustado. Una vez más observamos que es mucho más difícil “engordar a un flaco que adelgazar a un gordo”. Hay personas, como Juan y Raquel, con un metabolismo muy rápido, que queman prácticamente todo lo que consumen y a los que les cuesta mucho coger peso, más aún cuando realizan un entrenamiento de resistencia tan exigente como han realizado ellos.
- Lo siguiente era trabajar la hidratación y alimentación en carrera, que serán claves para poder completar con éxito las tres etapas de competición por el desierto. Raquel venía de correr distancias cortas y no estaba habituada a beber durante la carrera. Un solo vaso de agua antes de salir ya le producía muchas molestias y flato. Hemos tenido que trabajar la tolerancia a líquidos y alimentos (geles fundamentalmente) durante la carrera, que los dos han ido practicando en las salidas más largas. También se han habituado a correr con riñonera (para llevar agua y geles), que les será de gran ayuda en sus carreras por el desierto. Hemos comprobado que las pautas marcadas les han ido muy bien en el Trail de Guadarrama.
En definitiva, la experiencia ha sido para todos muy positiva. En palabras de nuestros campeones:
Raquel: “Yo creía que comía bien, pero he notado una gran mejoría. Ya no me dan mareos entrenando (que yo consideraba normal) y me noto más enérgica, no tengo picos de cansancio en incluso mi estado de ánimo, deportivamente hablando, se ha estabilizado. He podido comprobar que somos lo que comemos”.
Juan: “He aprendido a no esperar a vaciarme para reponer energía en los entrenamientos largos, ahora como de forma más ordenada y saludable y sobre todo he aprendido lo importante que es comer bien después de entrenar para llegar a tope al siguiente entrenamiento. Ahora puedo machacarme y al día siguiente encontrarme fenomenal en la siguiente sesión.”
Ahora ya solo falta cargar las reservas de glucógeno de cara a la competición, planificar la estrategia de nutrición e hidratación en carrera y darles unas pautas para que se recuperen perfectamente de una etapa a otra. Estoy convencida de que lo harán fenomenal!
